La primavera ha llegado a este año 2017 el lunes 20 de marzo a las 11:29 y se quedará con nosotros hasta el 21 de junio a las 6:24 con el comienzo del verano.
La mayoría de nosotros nos sentimos más felices y animados con la llegada de la nueva estación. ¿Por qué mejora nuestro estado de ánimo? ¿Por qué tenemos más ganas de ligar?
Mayor luz solar, más felicidad
En primavera, nuestras horas de vigilia disponen de más luz solar, lo cual influye en nuestro estado de ánimo positivamente. En este sentido, existen dos vías por las que los rayos del sol influyen en nuestras emociones: la cutánea y la ocular.
Si exponemos nuestra piel al sol lo suficiente, absorberemos altos niveles de vitamina D aumentando el nivel de neurotransmisores tales como la serotonina o la dopamina, íntimamente ligados a los estados de ánimo, aumentando así nuestra felicidad y bienestar.
Por otro lado, a través de los ojos, las ondas electromagnéticas de la luz llegan a la glándula pineal, que es una estructura que se encuentra en el centro de nuestro encéfalo. Cuando esta glándula recibe más cantidad de luz solar, además de segregar altos niveles de serotonina, produce bajos niveles de melatonina, lo cual hace que tengamos menos sueño y estemos más alegres.
La primavera impulsa el amor
Por lo general, las temperaturas cálidas o intermedias mejoran el estado de ánimo. Además existe una correlación entre las temperaturas suaves y la sensualidad. El buen tiempo favorece la segregación de hormonas como la oxitocina (la hormona del amor) o las feromonas (responsables de la atracción sexual).
Además, la primavera es una época en la que tenemos más estímulos visuales: las flores crecen, todos salimos a la calle, llevamos menos ropa…Todo esto incrementa la actividad erótica y el deseo se intensifica.
¡Por eso la primavera la sangre altera, y estamos más dispuestos a ligar!
Mayor vida social
El periodo de hibernación invernal llega a su fin con la llegada de la primavera. Durante la primavera todo florece, los días son más cálidos y las tardes más largas, lo que significa que estamos dispuestos a salir más y hacer vida social. Pasamos más tiempo al aire libre y hacemos más ejercicio, en definitiva, disfrutamos más de la vida.
Al salir más y tener más contacto con las personas, divertirnos y reír, segregamos endorfinas que son las responsables de que disfrutemos más de las cosas. Además la alegría es contagiosa y si las personas de tu alrededor están contentas, aumentan las probabilidades de que tú también lo estés.
En definitiva, la primavera es felicidad y ha llegado para quedarse. Pero, como escribió la poetisa inglesa Anne Bradstreet, “Si no tuviéramos invierno, la primavera no sería tan placentera”.
Meuri
mentario